Colonia Caroya conserva una tradición gastronómica en la cual está presente la herencia italiana ligada a la necesidad de supervivencia en el nuevo territorio. Claro ejemplo de ello son los Salames de la Colonia, que se originaron como una forma de conservar la carne y hoy constituyen la carta de presentación de nuestra ciudad. Completan el menú las pastas, platos típicos, conservas y dulces, elaborados con viejas recetas familiares.
Nuestro salame típico ha logrado recientemente el sello de calidad denominado IG (Indicación Geográfica) que otorga el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación a aquellos productos típicos cuya calidad particular está vinculada a su origen geográfico. La I.G. permite:
- Valorizar nuestra cultura
- Garantizar la autenticidad y calidad del salame típico
- Proteger el uso de la denominación Colonia Caroya para salames no elaborados en nuestra ciudad
Cada receta da testimonio de una historia ligada a la costumbre y a la tradición, donde cocina friulana e ingredientes propios del lugar, se conjugan para generar platos únicos, que solo pueden saborearse en Colonia Caroya, tales como:
- Rognose: revuelto de salame, cebolla y huevo;
- Frico: tortilla de quesos, papas y cebolla;
- Brovade: preparado a base de nabos y vinagre;
- Muset cun la Brovade: codeguines y carne de cerdo con brovade;
- Frisoriade: salame frito en vinagre;
- Lujanie cun la Polente: chorizo con polenta;
- Lidríc cun cicinis: achicoria con daditos de tocino fritos en vinagre;
- Polente rustide: polenta blanca tostada.